SUELOS VINÍLICOS
- Carolina León
- 2 may 2020
- 2 Min. de lectura
Ya sé...estás harta de tu suelo de baldosas. Quizás porque están muy gastadas, tienen un diseño muy desfasado o ya no encaja con tus gustos actuales. Hoy te daré una opción económica que puedes hacer tú misma para conseguir un suelo como nuevo, sin obras y por muy poco: el suelo vinílico.
Los suelos vinílicos permiten renovar el pavimento de forma sencilla y rápida. Son resistentes y de fácil mantenimiento, además existe multitud de diseños que se adaptan perfectamente a cualquier estilo y que imitan parquet, losetas cerámicas, mármoles, granito… Los resultados son sorprendentes! Mira estas imágenes de suelos vinílicos!
Tienen un grosor de unos 2,3 milímetros por lo que no suele ser necesario rebajar las puertas de paso tras su colocación, además para cortarlos solo necesitas un cutter. Podemos elegir el formato de lamas/losetas autoadhesivas, en rollo, instalación flotante (en un click) o aplicando cola directamente sobre pavimento.
Al ser un revestimiento plástico (PVC) muestra una especial resistencia al moho, a las bacterias y hongos, haciéndolo ideal para las zonas más húmedas de la casa como pueden ser el baño y la cocina. También es resistente a la abrasión (desgaste por fricción, arañazos, etc.) e impide la formación de electricidad estática.
Su mantenimiento es sencillo, basta con pasarle una bayeta húmeda o una fregona con agua jabonosa templada. Las manchas más rebeldes se pueden eliminar con alcohol pero nunca hay que utilizar lejía o disolventes ya que se podría dañar el diseño. Tampoco se pueden dejar objetos muy calientes encima ya que podrían degradar y deformar el material de forma irreparable.
A la hora de elegir un suelo vinílico no sólo debemos tener en cuenta el diseño, sino también la intensidad de uso de la habitación en la que vamos a instalarlo. Para ello debemos fijarnos en lo que se denomina como capa de uso, que es un dato que viene reflejado en las especificaciones del producto y que, por ejemplo, se puede considerar como el equivalente de la clasificación AC de los pavimentos laminados.
Cuanto mayor sea la capa de uso, mayor será la resistencia al uso y al impacto. Normalmente para despachos, habitaciones y recibidores son aptas las capas de uso que van desde los 0,08 mm (uso moderado), pasando por las de 0,20 mm (uso habitual) y hasta 0,30 mm (uso intenso). En el caso de cocinas y baños se recomienda un mínimo de 0,20 mm (uso habitual) hasta 0,30 mm (uso intenso). Para salones lo más adecuado es de 0,30 mm.
Y ahora...te animas a renovar tu suelo! Comparte tus resultados con nosotros, y si tienes alguna ponte en contacto conmigo!
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